Una vez más, un nuevo ataque a la población africana que busca una salida a su situación, a la que la someten los países “en desarrollo”. La explotación de los ricos recursos naturales de África, hace que pobreza, guerras y catástrofes naturales les afecten y tengan que salir a lo desconocido, dejando familia, tierra, costumbres, cuando esos recursos son suyos.
Espero que las autoridades africanas tomen cartas en el asunto, que reflexionen de una vez, que no sean tan pasivas y, por favor, que reaccionen ante esta masacre y analicen por qué la juventud de su continente busca oportunidades en otros sitios, arriesgando así su vida y siendo tratados peor que si fueran animales.
La noticia de las vidas que van quedando en el camino, se va haciendo frecuente y ya, no nos resulta impactante: NO ES NOTICIA. Nos vuelve a sacudir una GRAN INDIGNACIÓN, ya no es que en el tránsito las personas migrantes y refugiadas hayan encontrado la muerte. Esta vez es la masacre que se ha producido en la frontera de Melilla. Jóvenes, personas indefensas han perdido la vida por los golpes que han recibido, a esto se une el no tener identidad. Todavía no hay un número exacto, pero rondan ya la treintena. No se va a tener en cuenta que son personas con una familia, una historia, no son animales a los que nadie importa. No hay palabras ante esta gran TRAGEDIA.
¿Hacia dónde va la humanidad? Nos dirigen personas que discriminan por el color de la piel, la raza, el país donde han nacido. Sencillamente lo hacen solo por intolerancia a lo diferente. Las políticas migratorias no se apoyan en los Derechos Humanos, hay una gran incoherencia, quieren aportar sus Programas con palabras que quedan en el aire y no se implican en algo, que en la mayoría de los casos, les es indiferente.
No se puede normalizar la deshumanización de las personas. Nos invade la impotencia, la tristeza y la rabia. Claramente estamos hablando de racismo en toda regla. Mientras no se saneen las instituciones y los países, que se consideren desarrollados, la historia se va a repetir, porque estamos viviendo en un sistema con leyes inhumanas regidas por los DEMONIOS del poder y del dinero, que mercantiliza y trafica con los migrantes y refugiados sin piedad, olvidando que son seres humanos.
No hay palabras para justificar el horror que se ha vivido, no hay que buscar culpables… HAY QUE PEDIR EXPLICACIONES, DENUNCIAR Y ASUMIR RESPONSABILIDADES. Da tristeza ver que solo se limiten a culpabilizar a “las mafias internacionales que organizan los ataques violentos” del salto a la valla de Melilla, sin ir más allá. Podríamos hablar de los intereses que España y Marruecos han adoptado ante la población…Pero ese es otro tema. VERGÜENZA AJENA.
Nicole Ndongala
Nicole Ndongala. Entrevista en Europa Press
(Foto de la noticia: Javier Bernanrdo)